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08 de agosto de 2022

Isaac Bello, entrelazando trazos e historias

Isaac es uno de los miles de beneficiarios de los programas del MinTIC enfocados en la población con discapacidad.

Fotografía: Isaac Bello, artista plástico
  • Participó en el Encuentro de Apropiación e Inclusión TIC que el Ministerio TIC realizó el pasado 22 de junio en Bogotá.

Con el índice y el pulgar de su mano derecha sostiene en el aire el carboncillo con el cual realiza diferentes trazos sobre la hoja que, sujeta a una tabla de apoyo, reposa sobre su mano izquierda, sonríe al sentir la grata vibración que le produce el roce de su lápiz sobre el papel virgen en el que sus trazos empiezan a conjugarse mágicamente para darle vida a la silueta de un caballo. Isaac alterna su mirada por segundos entre su trabajo y el modelo de la obra de David Manzúr que está siguiendo bajo su propio estilo.

Sentado en su taller del barrio La Candelaria en Bogotá, este artista plástico de 38 años le da rienda suelta a su talento con técnicas como el óleo, la acuarela y últimamente la pintura acrílica sobre tela, recurso con el cual se encuentra creando sus obras en los últimos días. Mientras pinta viene a su mente el recuerdo de aquel viejo librito de dibujos que junto con sus hermanos encontraron en su casa materna hace varios años, esa era la prueba irrefutable de que el talento artístico estaba en sus venas, aunque solo tenía dibujos simples y sutiles, los trazos dejaban ver la excelsa técnica de su autora, una pequeña que con menos de 10 años dibujaba por placer pero que por circunstancias de la vida no pudo explotar su talento.

Se trataba de Rosalba, la madre de Isaac, una mujer que aunque vive con la nostalgia de no haber podido dedicarse al arte, le reconforta ver el talento artístico reflejado en el trabajo de su hijo de quien se siente muy orgullosa. Y cómo no hinchar el pecho con los logros de su hijo si él ha demostrado que no existen límites para alcanzar los sueños pese a las adversidades que se le han presentado en el camino.

En 2008, Isaac Bello sufrió una meningitis e hidrocefalia que afectó gran parte de su sistema nervioso, perdió la sensibilidad, la fuerza de sus músculos y 95% de su visión, dejándolo con una reducida agudeza visual. Los médicos le dijeron que no podría volver a pintar, pero él jamás se resignó a abandonar su mayor pasión.

Aunque físicamente no podía pintar con sus manos, Isaac se la pasaba todo el día dibujando en su mente, parecía como si estuviera bailando en el aire con un pincel y un lienzo imaginarios. Sus ojos no distinguían las formas ni los colores, pero algo en el fondo de su corazón seguía invitándolo a pintar y a moverse a pesar de que todo su cuerpo estaba frágil y sus músculos no le respondían para sostener un lápiz o un pincel. Durante varios meses utilizó el poder de su mente para estimular a su cuerpo a que recuperara la fuerza.

"El pensamiento, el sentimiento y la emoción influyen en el cuerpo y en la activación del sistema nervioso", afirma Isaac mientras recuerda que por aquellos días agradecía por cada pequeño detalle y avance que veía en su proceso, siempre ponía de su parte para controlar la ansiedad y el estrés que le provocaba el no poder hacer tareas sencillas. Con el tiempo, logró mover sus manos y sus brazos cada vez con mayor vigor, fue entonces cuando empezó nuevamente a utilizar lápices y pinturas para manchar y garabatear en hojas de papel y lienzos, él dibujaba y su familia era sus ojos, quienes le decían lo que percibían o sentían con su obra.

Desde entonces, Isaac decidió enamorarse y emocionarse de las cosas sencillas de la vida y tener paciencia con su proceso. Con los años se arriesgaba cada vez más a hacer mezclas de colores, nuevos trazos y a avanzar hacia una técnica de pintura cada vez más fluida que le permitiera recuperar su pasión por el arte que cultivó desde muy niño.

Aunque nació Tenjo, Cundinamarca, uno de los municipios de la fría sabana de Bogotá, a sus cuatro años, Isaac y su familia se trasladaron a la región del Magdalena Medio, más exáctamente al cálido municipio de La Dorada, Caldas; es de este lugar de donde el artista guarda sus más gratos recuerdos de infancia y adolescencia, especialmente porque fue allí, en el corazón de Colombia, donde empezó su camino para convertirse en el artista que es hoy en día.

Aracely Rivera fue la mujer que, aún sin quererlo, le enseñó a Isaac el amor por la pintura y el dibujo, él era un adolescente de 15 años cuando después de mucha insistencia su hermano finalmente accedió a llevarlo a donde una profesora de pintura y dibujo muy talentosa y que tal vez podría darle algunas clases, sin embargo, el día en que finalmente Isaac conoció a la mujer, con su pelo teñido por las canas y un carácter fuerte le dijo al joven que ya no quería enseñar a nadie más y que solo quería dibujar y pintar para sí misma.

Sin embargo, él insistió en su deseo de aprender a pintar, así que Aracely le prestó algunos libros con la condición de que practicara frente a ella en un espacio amplio con mesas grandes y muy iluminado que adaptó para el pequeño en el taller ubicado en el segundo piso de su casa, un lugar del que Isaac recuerda particularmente el olor a café producto del gusto de Aracely por esta bebida.

Todas las tardes, después de salir del colegio, el joven caminaba un largo trecho fascinado por la belleza que el sol vespertino plasmaba en el paisaje; el efecto de la luz al atravesar el verde de las hojas de almendrones, los colores de las flores en los jardines de las casas, las sombras proyectadas por los árboles en las calles o el reflejo del cielo en el agua de los charcos eran el deleite perfecto para llegar a la casa de su maestra y dedicar un par de horas a estudiar los textos de los libros y a dibujar en presencia de la mujer.

Varios meses se sucedieron estas jornadas en las que día tras día Aracely iba viendo la evolución del pequeño Isaac. Una tarde al llegar a su cita diaria con el arte, la mujer le dijo al joven que le tenía una sorpresa. Al subir al taller, el pequeño se encontró con un lienzo en blanco que reposaba sobre un caballete de madera. "Ese lienzo es para usted, muchachito, con lo que usted dibuja ya puede trabajar en él, pero yo no le voy a enseñar a pintar".

Después de ese episodio la relación entre Isaac y Aracely se volvió mucho más estrecha, al punto de que la mujer le compartía sus pensamientos y anécdotas de vida, conversaban mientras plasmaban sus sentimientos en el lienzo, él pintaba en las pinturas de la profesora y ella hacía lo mismo con las obras del jóven, e incluso le permitía ir a pintar a su taller aunque ella no estuviera; esa fue la base para una hermosa amistad que perduraría por muchos años.

El arte ha jugado un papel protagónico en la vida de Isaac Bello, pero desde su accidente de salud no percibe el mundo de la misma manera, "Yo veo como si el mundo estuviera entrelazado" dice entre risas, "por eso pinto tratando de reflejar la manera en que veo". Es precisamente su experiencia de vida y la forma en que concibe la realidad lo que ha motivado al artista a crear el proyecto 'Entrelazados', una serie de encuentros o espacios de expresión en los cuales busca fortalecer, motivar y apoyar a personas con discapacidad a través de diferentes manifestaciones artísticas en las cuales cada quien pueda compartir su experiencia, reconocer su potencial y encontrar diferentes maneras de ver el mundo.

Para Isaac, los encuentros de 'Entrelazados' son espacios de sanación para liberarse y experimentar, compartir y reconocer lo valioso en los demás y aprender a apreciar cómo nos enriquece la diferencia. "Tal vez yo no pueda cambiar muchas de las situaciones que la gente está viviendo, pero lo que sí puedo hacer es escucharlas sin ningún tipo de juicios y eso es un proceso muy sanador y revitalizante, el poder soltar eso que te está agobiando sin que nadie te juzgue es una experiencia liberadora", reflexiona.

Él lleva como herramienta sus dibujos y pinturas, pero está abierto a todas las demás manifestaciones de arte que puedan existir, ya sea música, poesía, humor, etc. De esta manera el arte se convierte en la excusa perfecta para compartir y destacar todas las posibilidades que como seres humanos podemos tener frente a un problema. "Todos tenemos algo que aportar y todas las habilidades son valiosas, si uno puede aportar algo a otro ser humano y esa persona lo puede replicar en su círculo, se van tejiendo hilos que crean conexiones entre diferentes puntos que se entrelazan", comenta sonriente.

Uno de los mayores deseos de Isaac es ser autónomo e independiente para así poder llevar su arte por todo el mundo y seguir entrelazando historias a su paso, en esa misión ha sido clave aprovechar las ventajas de las TIC para acceder a los múltiples beneficios que le ofrece el mundo virtual, por ello, a través del Centro de Rehabilitación para Adultos Ciegos (CRAC) pudo aprender a manejar el software JAWS, un programa que gracias a la iniciativa ConVerTIC del Ministerio de las TIC, puede ser descargado de manera gratuita para que la población con discapacidad visual haga uso integral de un computador y acceda sin barreras al mundo virtual.

Mediante el uso de JAWS, Isaac ha abierto un mundo de posibilidades en su vida, como poder disfrutar de los cursos virtuales accesibles del programa Llegamos con TIC en donde aprendió habilidades digitales esenciales para desenvolverse hoy en día en Internet. Gracias a su tesón y dedicación se ha convertido en ejemplo para muchos colombianos, por esta razón fue invitado por el Ministerio TIC al Encuentro de Apropiación e Inclusión TIC que tuvo lugar en Bogotá el pasado 22 de junio.

Durante este evento compartió una charla con la Ministra TIC, Carmen Ligia Valderrama y otros beneficiarios con discapacidad de los programas del ministerio y resaltó la importancia de la tecnología en la búsqueda de la independencia y el empoderamiento de los colombianos. "Cuando las TIC llegan a mi vida me reafirman el hecho de que estamos entrelazados de muchas formas, de que definitivamente existe mucha diversidad en el mundo y que las oportunidades que brindan las TIC hacen que las divisiones de la humanidad se disuelvan para reconocer que somos parte de una misma familia, que todos podemos aportar desde la diferencia y nuestras capacidades", expresó frente a un auditorio de más de 350 personas.

Con los nuevos conocimientos y habilidades digitales adquiridas, Isaac podrá hacer que su trabajo llegue cada vez más lejos, mientras tanto, seguirá trabajando en su taller entrelazando trazos e historias de vida gracias a su talento artístico y el uso de las TIC.

MinTIC, personas con discapacidad, Valentina Barnosa,Centro de Relevo, interprete

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